Nadie experimenta la misma soledad. Mi soledad se parece a un duelo, mi desolación, mi devoción, mi impresión de la mezcla de muro y revoque. Es distinta a la de mi madre o mis hermanas.
Tu soledad se asemeja a la de un libro.
Muchas personas llegarán al mismo tipo de soledad en muchas situaciones distintas, especialmente la muerte. La de un pariente próximo, la de un amigo o la de un animal doméstico. La soledad de un animal doméstico es infinita, porque ellos no tienen la comprensión del tiempo. La experiencia no es ninguna garantía para la capacidad de manejo de la soledad. La situación no está muerta, pero puede llegar a entenderse así. La soledad de la propia vida, se eleva, se engrandece, adquiere absurdas proporciones. ¿Cómo esta soledad, su extensión en el tiempo, se puede llevar? ¿Y por quién?
*
Quizás las ceremonias en diferentes momentos son la más agresiva manera de manejar la soledad.1. Navidad
2. Boda
3. Los días del santo.
4. Los viajes en tren.
5. Las noches (este pequeño movimiento con la mano cerca al sueño que nadie siente nunca)
La soledad de un hombre puede ser más grande que la de una mujer y conducirlo a un menor número de conversaciones, contactos corporales que no sean de tipo sexual o con un animal doméstico. Lo cual puede llevar al extravío o al olvido.
Una soledad que ni se parece a la mía ni a la tuya dura una vida cada vez mayor y cada vez más maligna.
Jenny Tunedal- Suecia
Traducción: Ángela García
Fuentes de Documentación
2 comentarios:
Es cierto. La soledad no tiene singular.
Lucida, extremadamente observadora y certera poeta que me revelaste, Ana. Un abrazo.
Gracias por venir y dejar tu huella en este poema, Carlos.
Abrazos
Ana
Publicar un comentario