EL DÍA SIGUIENTE A LA NADA
Siempre temieron vomitar un adiós,
quemarse las manos
desenterrando capítulos álgidos del libro
del tiempo.
Cada punto y final iniciaba un alud
en sus mentes
“no me despiertes en mitad de un reglón
purulento,
mira que los fantasmas de infancia huelen
las cicatrices, como huelen el miedo
los perros”
Se pudrió la raíz del silencio y enmudeció lentamente
la vida.
Pero fui destejiendo tus muros; sembrando migas de pan
en la noche; quebrando
un esqueleto tras otro; tendiendo un puente
de lo absurdo a tu herida.
Tentamos a ciegas la luz,
creyendo que el día siguiente
a la nada
es posible nacer,
reinventarse...
Toma aliento y camina, camina con tu futuro llanto a cuestas, con el pesado fardo
de tus sombras; lima con fiereza los afilados dientes de días venideros. La fatiga rondará
tu garganta, pero no podrá degollarte
porque sabes que volviste a vivir el día siguiente
a la nada;
que el día después de lo improbable,
a ti, a mí,
nos bautizaron con agua
de cometa.
Rosa Marzal- España
Fuentes de Documentación
No hay comentarios:
Publicar un comentario