Absortos los siete, el agua bañada de harina giraba...
giraba...
... giraba de boj la cuchara y el aceite a punto.
Se llueve la masa entre las burbujas, cosquillas la risa:
.............. ese... ¡una nube y este, jo mamá, qué feo...
se parece al niño que vive en el quinto!
Y así, mansamente, la vasta cocina teñía de azúcar
buñuelos redondos, con caras de chiste o ciempiés descalzos...
Uno de Noviembre, menos de los muertos,
de Todos los Santos éramos amantes y muy despacito
entraba la crema dentro de la panza, todavía hueca del tibio buñuelo...
... buñuelos de viento, una madre dulce
y siete batracios en las siete sillas rellenos de cielo
¡¡Por Todos los Santos... !!
¿Dónde están los sueños?
¿Dónde, abuelo Pablo?
Concha Vidal- España
Fuentes de Documentación
2 comentarios:
Dulce. Y muy bueno. Como la que guisa. Y como el abuelo.
Gracias, por venir a este espacio y dejar tu huella.
Un fuerte abrazo
Ana
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