Nadie te conoce
no saben cómo
dispones la risa, moderas el hambre,
controlas el celo,
la voracidad de la carne
desconocen con exactitud cuándo
clavarías la lanza,
si serías el primero o el último en beber del vaso
enemigo
lo inesperado es un mundo de ciegos mirando el mar
esta habitación, la ropa sucia, tu dolor de espalda
que rujas como un niño maldito
no sugieren nada
sobre el corazón más tierno
sobre el bonsai más soleado
se esparce el musgo
florece la catástrofe.
Laura García del Castaño- Argentina
Fuentes de Documentación
9 comentarios:
Laura como siempre nos sorprende.
Un abrazo
Gracias, María, por dejar tu huella entre estos versos.
Besos
Ana
Laura, me encanta este poema. Lo tiene todo: belleza, ritmo y profundidad. También el asombro...
Enhorabuena
Un abrazo grande
Ana
Realmente un bello poema. Muchas gracias
Me alegra, Mabel, que este poema seleccionado de Laura García del Castaño te guste.
Besos
Ana
Un poema con mayúscula
Gracias, Nidia, por venir...
Un beso
Ana
Estupendo contenido. A una le gustaría escribir así. Conciso, real como la vida que se toca. Esa sensibilidad al servicio de la emoción con la palabra.
Saludos Ana.
Elisa
Me alegra saber que el poema te ha gustado, Elisa.
Besos
Ana
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