domingo, 20 de abril de 2014

UNA DEFINICIÓN DE POESÍA


UNA DEFINICIÓN DE POESÍA

Se que moriré de una muerte obstinada-
Como quien ama la música precisa de su propio cuerpo,
Que conoce cómo introducirlo a través de las fisuras del miedo
Como a través del ojo de la aguja,
Que danza una vida completa con el cuerpo - cada movimiento
De hombros, espalda y piernas
Misteriosamente rutilando, como una palabra Sánscrita,
Músculos jugando bajo la piel
Como un pez en un estanque nocturnal
Gracias, señor, por darnos cuerpos.
Cuando muera, decid a los techadores
Que bajen las vigas y el techo
(Dicen que mi bisabuelo, un brujo, escapó por esta vía finalmente).
Cuando mi cuerpo se haga liso por la humedad,
El alma entumecida, oscura y combada,
Se torcerá
Como una vena azul en la clara de un huevo cocido,
Y el cuerpo se ondulará por los espasmos
Como la frazada de un enfermo, que se le quita
Porque está caliente,
Y el alma se alzará para abrirse paso
La prensa de carne, castigo de la gravedad-
El cosmos,
Sobre el negro pozo del cuarto
Succionará su galáctico tubo,
El cielo rompiéndose en una inflamada caída de estrella,
Y arrastrará al alma arriba, temblando como una hoja de papel-
Mi joven alma-
El color de la hierba húmeda-
Hacia la libertad - Entonces
"¡Pare!" Grita, escapando,
En la frontera deslumbrante
Entre dos mundos-
Pare, espere.
Dios mío. Al fin.
Mira, es de aquí de donde viene la poesía.
Dedos crispándose por el bolígrafo,
Enfriándose, dejando de ser míos.



Oksana Zabuzhko- Ucrania


Imagen: "Mujer escribiendo" de Pablo Picasso


Fuentes de Documentación

6 comentarios:

Ronald Bonilla dijo...

Buen poema, sin duda.,gracias por compartirlo.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Ronald, por venir...

Un beso grande
Ana

Anama dijo...

¡Excelente poema, fuerte, contundente, inspirador! Gracias por compartirlo.

Ana Muela Sopeña dijo...

Anama, muchas gracias por tus palabras.

Un abrazo grande
Ana

A. Elisa Lattke Valencia dijo...

Claro que todo se vuelve poesía ante las situaciones límites en que la existencia se ve, pero mucho más cuando la palabra consigue ser la voz sensible del poeta.

Ana Muela Sopeña dijo...

Tienes razón, Elisa.

Un beso
Ana