SÚPLICA
Que no crezca jamás en mis entrañas
esa calma aparente llamada escepticismo
Raquel Lanseros
A veces conviene fustigar el interior
con una lanza
hacer cosquillas al caleidoscopio
de la insensibilidad
llamar a gritos
a los truenos
de la urgencia
humedecer los ojos
con la hierba silvestre
que se aferra
a la vida
e invocar al vestigio
para la renovación
de los obstáculos
desterrar al insomnio
de su camisón de tinieblas
al pelo estrangulado
en la derrota
taponar con caricias
los agujeros ocultos
de la carne
y sus predicciones
de sequía
siempre hay música
tabaleándose al inicio
de cada estación
y una flor silvestre
para el tacto restringido
de tus manos
afuera en las calles
hay movimiento
multitudes que generan caos
pero también algún fragmento
de euforia en sus miradas
regar con gotas de lluvia
ese jardín oculto tan tuyo
e inventar una premisa
con violetas
y un grito que encienda
el terror de la ceniza.
María Germaná Matta- Perú
4 comentarios:
Ana,
Muchísimas gracias por publicar un poema mío en Poesía de Mujeres.
Un abrazo inmenso,
María
Me parece un poema muy interesante y con un final sorprendente. Mi felicitación.
María:
Ya sabes que tu poesía en general me encanta y este poema en particular me parece fascinante.
Gracias por participar en este espacio.
Un beso grande
Ana
Julie:
Gracias por venir y dejar tu huella en este poema de María Germaná Matta.
Un beso grande
Ana
Publicar un comentario