jueves, 26 de septiembre de 2013

DESPIERTA



DESPIERTA

despierta
sal de tu bodega
a mostrar
lo que has estado atesorando

despierta, abre tus ojos
ábrelos bien para mirar
en donde te aposentas

despierta, lava tu cara
de forma que puedas ver la vía
que debes recorrer para
llegar hasta los otros

despierta porque debes estar despierto
para estar despierto
para mirar las cosas que los que duermen no pueden ver
porque ellos no están despiertos

pero despierta, a ver
el agua que debe lavar tus
pensamientos limpiar para mantenerte

despierto


Louise Wondel- Surinam
Traducción: Rafael Patiño


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Louise Wondel nació en Paramaribo, Surinam, en 1971. De madre Aukan y padre Saamaka, esclavos negros fugitivos de las montañas y de los bosques de Surinam. Estudiante de Sociología, se ha especializado en la historia de la cultura africana de Surinam, particularmente de las tribus a las que pertenecen sus padres. Sus poemas reflejan las duras condiciones de vida de su gente. Comenzó a escribir y leer su poesía desde 1995. Dos años más tarde la fundación Amera la proclamó la artista y poeta del año, en 1997. La prensa holandesa aclamó su singular performance en la primera conferencia de escritores de Surinam, en el 2000.


Fuentes de Documentación

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el poema y por la labor que acompaña.
Recuerdo un despertar como concepción bancaria de la educación, conocimiento, a partir de la cual surge una comunicación más depurada. Tal fueron las tesis que impregnaron Latinoamérica desde su gran teórico Paulo Freire (Pedagogía del oprimido).

Con el poema recordamos su loable andadura desde que existe civilización, cultura. Alude a este esfuerzo permanente. Y lo que es muy importante; desde ese espíritu desde el cual bebe y se acicala.

Gracias, Louise y Ana

Miguel

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Miguel, por acercarte y dejar tus palabras tan interesantes.

Un beso
Ana

A. Elisa Lattke Valencia dijo...

Despertar es una necesidad de cada día, pero despertarse de la mansedumbre en que habita la pereza, o la dejadez, el temor a ser diferente o decidir cambiar las cosas, despertarse de la inmovilidad del ser ante los elementos que lo atan sin poder hacer nada y morir deseando haber hecho algo más que esperar. Rebelarse positivamente dando ejemplo, concienciando a la sociedad allí donde se necesita que abran los ojos y surja el movimiento... donde los ojos miran el mismo despiertos y participan.

Ana Muela Sopeña dijo...

Así es, Elisa. Necesitamos despertar...

Un beso muy grande
Ana