TIERRA DE MUTACIONES
en los promontorios me vieron ellos
los que venían de los bosques
y se habían hecho a la mar
hablaron de mí,
temieron de mí
me ansiaron
se enamoraron de lo más original de mi
sirena
y me llevaron a su mundo
arrastrando mi ángel hasta su infierno
tuve que adaptarme para seguir sus pasos
para correr en su prisa
para sucumbir en su tráfago
imposible siendo sirena
todas las misiones
ordenaron con voz de hombre
separar las piernas
por esas mutaciones
sabiéndome mujer y plena
-siglos llevaría a otra especie
la efímera felicidad -
entonces el cazador
se puso el traje de mar
volvió tras los peces
al desfiladero marino
a sus abismos
a buscarme en otra
sirena
tanteando su espíritu en la bruma de la noche
supe que cazador o marino
era un inconformista
que el bosque o el mar
son solo escenarios
la mujer o la sirena
alternativamente
tentación de turno
y él un dios titubeante
dejando caer
sobre una diosa
domesticada
y no reconocida
la espesa sensación
de su propio abismo.
Marisa Aragón Willner- Argentina