CARTA ABIERTA A LAS CHICAS DE LOS SOLDADOS hola, tú. Las mujeres se vuelven encantadoras con la añoranza. quiero hablar contigo íntimamente – sobre la sombra de la guerra que se acerca a nuestro jardín, las horas pasadas cautivos frente a la TV, el contorno de tus brazos y su brazo entrelazados como cintas amarillas en el sueño. por la noche duermes con el muchacho que durante el día juega a ser soldado. te despeinó los cabellos, quizás lloró en el hueco de tu clavícula, conoces sus torpes dedos, su torso de buey, y sabes que desesperadamente él quiere ser un héroe. la noche sin luna en ambos países, saqueada de sus estrellas. Sólo tus ojos, duros, sin pestañar. allí, bombas que llueven como truenos y balas, como una dura, dura lluvia. no te pediré que llores por otras mujeres, que dan vueltas en la cama, ansiando la esencia de almendras de sus propios hombres, arrojándole plegarias a un silencioso dios extranjero, tu tristeza tiene su propia pequeña órbita – un hombre, marchando como una hormiga con su pequeño casco hacia un inhóspito horizonte de polvo naranja, en una tierra donde su lengua es polvo, donde los planes y los motivos de su país natal vuelan a millas de su cabeza. Él está ahí para cumplir órdenes, para ser un héroe, para tratar de ser un buen hombre. ¿qué podemos hacer? te lo pregunto con las manos vacías. te hablo como una mujer que también ama a un niño soldado, un niño hombre. ¿qué podemos hacer? nosotras que esperamos como guijarros –pequeñas, duras, brillantes, nosotras cuyas bocas se quedan sin palabras como páginas desgarradas, cuando todo lo que queremos decir es – deshagan las cintas amarillas y las ansias por mayores libertades o reinados –detengan la guerra fallida y devuélvannos a nuestros hermosos y golpeados hombres, antes que nuestras vidas se desarmen como sogas deshilachadas, antes que la guerra invada el frágil país de nuestra cama. tal vez a la noche deberíamos tramar una rebelión, susurrarle que dispare en otra dirección, ocultarse – decirle: no hay vientos y canciones cuando mueres siendo una leyenda joven. sí, éste es un poema de amor disimulado dentro de un poema sobre la guerra para mujeres, dejadas con mordidas de amor, magullones, rosas, bebés, y anhelos desplegados más allá de cualquier bandera. para hombres, que guardan nuestras mejores fotos tamaño billetera bajo sus cabezas, para que los cuiden, para hundirse en todos sus sueños no dichos. para amantes, que dejan ir cartas como palomas de papel que sobrevuelan océanos trazando un arco blanco, para aterrizar seguras en las manos del amante – palabras con alas, temblorosas, y esperando ser abiertas. Ishle Yi Park- Corea del Sur ________________________________ Ishle Yi Park Es una poeta de origen coreano que radica en Estados Unidos. Es la poeta más reconocida de Queens, Nueva York. Con su primer libro La temperatura de esta agua, se hizo acreedora al premio PEN America Beyon Margins en 2005. Fuentes de Documentación | |
domingo, 30 de septiembre de 2012
CARTA ABIERTA A LAS CHICAS DE LOS SOLDADOS
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4 comentarios:
Una maravilla esta poesía. Me emocionó.
Había oído hablar de ella... Me encantó.
Gracias, Fuego en el Viento, me alegra...
Hola Julie:
Sí, es muy buena.
Un beso
Ana
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