
POR LA CARRETERA, VEMOS LA CIUDAD
Por la carretera, vemos la ciudad
que escapa de amplias rayas
a través del cielo
se desata en la luz.
Siempre un mismo silencio echado
al fondo de las miradas, una misma oscuridad
atraviesa nuestros rostros.
La vida va y viene, en su cáscara
de cristal y cemento, la vida
se agacha en las horas cerradas
que hemos dejado en las esquinas de las calles,
en los bares, en los andenes de las estaciones.
De repente la sombra rota de nuestros cuerpos
vuelve a aparecer ante nosotros.
Hélène Dorion- Canadá
2 comentarios:
Ana,
Magnífico poema. Tiene un lenguaje sencillo pero detrás de ese lenguaje están los ecos de las palabras que nos transportan a la vida con todo su temblor.
Un placer visitar tu casa virtual.
Un abrazo querida amiga
Hélène Dorion es especial. Me alegra, María, que te hayan gustado estos versos de ella.
Besos
Ana
Publicar un comentario