jueves, 17 de mayo de 2012

MUJER SALUDANDO A LOS ÁRBOLES

MUJER SALUDANDO A LOS ÁRBOLES

Lo normal es que nadie
se dé cuenta al principio.
Me ha dado por maravillarme
de los árboles del parque.
Algo puedo deciros:
son hermosos
y lo saben.
También están exhaustos,
cientos de años
atascados en el mismo lugar:
hermosos paralíticos.
Cuando estoy a sus pies
sienten que los observo,
miran cómo agito mi necia
mano, y envidian la alegría
de ser un blanco móvil.

Los ociosos que pueblan los bancos
empiezan a fijarse.
«Hay gente para todo…»,
se oye decir.
Muchos tienen los ojos
perdidos en el suelo,
como si de verdad no hubiera nada
que mirar, hasta que
ahí va esa mujer
saludando a las ramas
de estos viejos árboles. Alzad
la frente, amigos, mirad arriba,
puede que veáis más
de lo que nunca os pareció posible,
justo ahí donde algo
la saluda tal vez para decirle
que ha visto lo maravilloso.


Dorothea Tanning- Estados Unidos

Traducción: Jordi Doce



*****

WOMAN WAVING TO TREES

Not that anyone would
notice it at first.
I have taken to marveling
at the trees in our park.
One thing I can tell you:
they are beautiful
and they know it.
They are also tired,
hundreds of years
stuck in one spot—
beautiful paralytics.
When I am under them,
they feel my gaze,
watch me wave my foolish
hand, and envy the joy
of being a moving target.

Loungers on the benches
begin to notice.
One to another,
"Well, you see all kinds..."
Most of them sit looking
down at nothing as if there
was truly nothing else to
look at until there is
that woman waving up
to the branching boughs
of these old trees. Raise your
heads, pals, look high,
you may see more than
you ever thought possible,
up where something might
be waving back, to tell her
she has seen the marvelous.


Dorothea Tanning- Estados Unidos


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El pasado 31 de enero, justo un día de antes de que muriera la poeta Wislawa Szymborska, falleció en Nueva York la pintora, escultora y escritora norteamericana Dorothea Tanning. Tenía 101 años y sólo unos meses antes había publicado en Graywolf Press su segundo libro de poemas, Coming to That. Un libro de una vitalidad, una frescura y un buen hacer absolutamente excepcionales en alguien de su edad. No en vano, cuando publicó su primer poemario, A Table of Content, en 2004 (¡a los noventa y cuatro años!), ella se autodefinió con humor como «la más vieja de los nuevos poetas emergentes».

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Dorothea Tanning (Illinois, 25 de agosto de 1910, Nueva York, 31 de enero de 2012 ) fue una pintora, ilustradora, escultora y escritora estadounidense. Diseñó también decorados y trajes para ballet y teatro.

Biografía

Nacida en Galesburg (Illinois), Tanning vivió en París durante veintiocho años. Conoció al pintor alemán Max Ernst en 1942 con quien se casó cuatro años más tarde (su cuarta esposa, tras Luise Straus-Ernst en 1918, Marie-Berthe Aurenche en 1927 y Peggy Guggenheim en 1942). Ernst la introdujo en el grupo de los surrealistas. Su obra más conocida, Eine kleine Nachtmusik (una oscura pintura llena de simbolismo, irónicamente llamada igual que la alegre serenata de Mozart), muestra sus vínculos con el grupo, aunque más tarde su estilo artístico pasó a ser impresionista.
En 1946 se casa con Max Ernst en una doble boda junto con la pareja Man Ray (fotógrafo) y su novia, Juliette Browner.

Vivió y trabajó en la ciudad de Nueva York donde también escribió poesía. Falleció el 31 de enero de 2012 en su casa de Manhattan.




Vídeo donde se muestran algunas pinturas de Dorothea Tanning
http://www.youtube.com/watch?v=3bvpDHf-tFs




4 comentarios:

EG dijo...

Qué MARAVILLA!!!

no puedo agregar nada más...

Ana Muela Sopeña dijo...

Sí, Emma, es un poema que está lleno de fuerza y de belleza. Es como descubrir otra dimensión en medio de lo cotidiano...

Me alegra mucho que te guste tanto. A mí me fascina.

Besos
Ana

stella dijo...

Un poema hermoso que trasmite paz y el deseo de abrazar ese magnifico árbol
Mi abrazo Ana
carmen

Ana Muela Sopeña dijo...

Stella, así es. Es un poema que nos hace regresar a la armonía. A veces los humanos sólo miramos al suelo y olvidamos las maravillas que nos rodean.

Un beso
Ana