
DE PIEL Y ARENA
El desierto dejó impresa en piedras
bitácora de luz paciencia
La arena nos trae al recuerdo la mar
Los pelícanos con su sonrisa colgante
El olor a selva y a profundidad
La piedra caracol aridez
le dictó al agua las primeras burbujas
y el arquetipo de las ranas
La piel es casa
cobijo agua
Sílaba del dolor
Sentimiento erizado
Albergue cierto
Huele
Conoce
Sabe
Respira mezclando-nos
Pergamino memorioso
Mapa guarida de ansias anhelos
Complicidad de mucosas
humedeciendo emociones roce
que enuncian marea interior
Ella no miente
Conoce lenguaje de los átomos
y sus incertidumbres
Arena y piel
integran casa templo
en este cuerpo con el que habito el desarraigo
Cueva de mis miedos
Caldero en el que cocino las palabras
Piedad Morales- Colombia
2005
__________________________________________
Piedad Morales (1956 - 2012)
Piedad Morales nació en Puerto Berrío, Antioquia, Colombia, en 1956.
Una poeta irreverente, una feminista enérgica y ante todo una mujer alegre. Esa fue Piedad del Carmen Morales, activista antioqueña del Movimiento Social de Mujeres, quien con sus metáforas pintó el amor, la desigualdad y la guerra; y con su voz defendió los derechos de la población femenina. Aunque la muerte la sorprendió el pasado lunes 23 de abril en Medellín, su labor dejó abierto un camino para quienes luchan por la igualdad.
Sonriente, trigueña, de cabello crespo, nariz achatada y ojos rasgados, Piedad vivió con pasión y no escatimó detalles para alcanzar la felicidad. Amante del cigarrillo, el vino y la buena comida, siempre se dejó influenciar por la noche, la música y el baile. La suya fue la existencia de una persona que llegó para gozar todos sus derechos y vivió para que otras mujeres se liberaran de la opresión.
Piedad Morales nació en 1956 en el municipio de Puerto Berrío, Magdalena Medio Antioqueño. Aunque fue enfermera de profesión, le dio un punto de giro a su vida cuando abandonó su trabajo en el Hospital Mental de Antioquia para dedicarse de lleno al feminismo en la década de los ochentas. Desde entonces se destacó por su lucha para erradicar las violencias contra las mujeres, la promoción del pacifismo y su apoyo a las víctimas del conflicto.
Uno de los mayores legados de Piedad fue la cohesión de los movimientos sociales, tejiendo lazos entre distintas colectividades. Desde1985 hizo parte del Movimiento Social de Mujeres y Feminista, a principios de los noventa se convirtió en socia de la Corporación Vamos Mujer y participó en varios proyectos de la Corporación para la Vida Mujeres que Crean, en 1995 fue cofundadora de la Ruta Pacífica de las Mujeres por la Solución Negociada del Conflicto y desde el año 2000 se unió al colectivo Mujeres de Negro.
Silvia María García Ángel, directora de Mujeres que Crean, relató que los inicios de Piedad en la lucha social estuvieron ligados al movimiento Mujeres Demócratas. Pero fue en el colectivo Las Mujeres de los Lunes, donde “se acercó a esa labor de ayudar a la población femenina, desarrollando un camino en el que abandonó otro tipo de visiones y propuestas.”
Las adversidades que aparecieron en su labor feminista y su vida personal, enriquecieron su espíritu poético y “después de trasegar, luchar y caer en las profundidades, Piedad resurgió como más fuerza en su voz, sus palabras, su escritura y su poesía”, según expresó su amigo Sergio Alejandro Ríos.
En el ámbito literario, esta poetiza fue coeditora de la revista Nuestro Espacio, entre 1988 y 1989; fundadora del grupo Las Cigarras, dirigiendo la revista del mismo nombre; y ganadora del IV Premio de Poesía, con su poemario “Sortilegio de azares”, otorgado por Ediciones Embalaje – Museo Rayo, en Roldanillo, Valle.
Además participó en la Expedición por la Cultura Colombiana, en 1995, y también desde esa fecha asistió al Encuentro de Mujeres Poetas en Roldanillo. En sus últimos años enfocó sus esfuerzos en el proyecto Carnavalenguas, con el que promovió la no violencia contra las mujeres desde una apuesta musical y literaria.
Entre los libros que escribió se cuentan Indicio Inquietante (1993), Lluvia en la Memoria (2003) y Des Hojada Palabra (2006) Antes de su muerte logró finalizar una obra que permanece inédita y que podría ser presentada en junio del presente año durante el Encuentro de Mujeres Poetas en Roldanillo.
Así lo reveló su entrañable amiga, Teresa Aristizábal Sánchez, coordinadora de la Ruta Pacífica de las Mujeres, quien por más de 30 años recorrió senderos de ensueño junto a Piedad, “construyendo proyectos y soñando con cambiar el planeta.”
Ella considera que la muerte de su amiga fue intempestiva y los sorprendió a todos, porque Piedad llevaba varios años desafiando una enfermedad cardiovascular que le había causado otros dos infartos.
Para Silvia esa resistencia tal vez fue prueba de "la vitalidad que le impuso a todos los actos de su vida en la lucha por los derechos humanos de las mujeres y por la construcción de un país y una ciudad con modelos de desarrollo equitativo."
Muchos recordarán a Piedad como una luchadora incansable, una líder generosa y una amiga invaluable que abrió su corazón a todas las mujeres. Otros como Sergio Alejandro, seguirán pensando en ella como un hada “porque con sus chistes y su amplia sonrisa irradiaba alegría, dándole un toque mágico a todos los momentos que se compartían con ella.”
Piedad Morales falleció en la madrugada del 23 de abril de 2012 en la ciudad de Medellín, Colombia.
Fuentes de Documentación
El desierto dejó impresa en piedras
bitácora de luz paciencia
La arena nos trae al recuerdo la mar
Los pelícanos con su sonrisa colgante
El olor a selva y a profundidad
La piedra caracol aridez
le dictó al agua las primeras burbujas
y el arquetipo de las ranas
La piel es casa
cobijo agua
Sílaba del dolor
Sentimiento erizado
Albergue cierto
Huele
Conoce
Sabe
Respira mezclando-nos
Pergamino memorioso
Mapa guarida de ansias anhelos
Complicidad de mucosas
humedeciendo emociones roce
que enuncian marea interior
Ella no miente
Conoce lenguaje de los átomos
y sus incertidumbres
Arena y piel
integran casa templo
en este cuerpo con el que habito el desarraigo
Cueva de mis miedos
Caldero en el que cocino las palabras
Piedad Morales- Colombia
2005
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Piedad Morales (1956 - 2012)
Piedad Morales nació en Puerto Berrío, Antioquia, Colombia, en 1956.
Una poeta irreverente, una feminista enérgica y ante todo una mujer alegre. Esa fue Piedad del Carmen Morales, activista antioqueña del Movimiento Social de Mujeres, quien con sus metáforas pintó el amor, la desigualdad y la guerra; y con su voz defendió los derechos de la población femenina. Aunque la muerte la sorprendió el pasado lunes 23 de abril en Medellín, su labor dejó abierto un camino para quienes luchan por la igualdad.
Sonriente, trigueña, de cabello crespo, nariz achatada y ojos rasgados, Piedad vivió con pasión y no escatimó detalles para alcanzar la felicidad. Amante del cigarrillo, el vino y la buena comida, siempre se dejó influenciar por la noche, la música y el baile. La suya fue la existencia de una persona que llegó para gozar todos sus derechos y vivió para que otras mujeres se liberaran de la opresión.
Piedad Morales nació en 1956 en el municipio de Puerto Berrío, Magdalena Medio Antioqueño. Aunque fue enfermera de profesión, le dio un punto de giro a su vida cuando abandonó su trabajo en el Hospital Mental de Antioquia para dedicarse de lleno al feminismo en la década de los ochentas. Desde entonces se destacó por su lucha para erradicar las violencias contra las mujeres, la promoción del pacifismo y su apoyo a las víctimas del conflicto.
Uno de los mayores legados de Piedad fue la cohesión de los movimientos sociales, tejiendo lazos entre distintas colectividades. Desde1985 hizo parte del Movimiento Social de Mujeres y Feminista, a principios de los noventa se convirtió en socia de la Corporación Vamos Mujer y participó en varios proyectos de la Corporación para la Vida Mujeres que Crean, en 1995 fue cofundadora de la Ruta Pacífica de las Mujeres por la Solución Negociada del Conflicto y desde el año 2000 se unió al colectivo Mujeres de Negro.
Silvia María García Ángel, directora de Mujeres que Crean, relató que los inicios de Piedad en la lucha social estuvieron ligados al movimiento Mujeres Demócratas. Pero fue en el colectivo Las Mujeres de los Lunes, donde “se acercó a esa labor de ayudar a la población femenina, desarrollando un camino en el que abandonó otro tipo de visiones y propuestas.”
Las adversidades que aparecieron en su labor feminista y su vida personal, enriquecieron su espíritu poético y “después de trasegar, luchar y caer en las profundidades, Piedad resurgió como más fuerza en su voz, sus palabras, su escritura y su poesía”, según expresó su amigo Sergio Alejandro Ríos.
En el ámbito literario, esta poetiza fue coeditora de la revista Nuestro Espacio, entre 1988 y 1989; fundadora del grupo Las Cigarras, dirigiendo la revista del mismo nombre; y ganadora del IV Premio de Poesía, con su poemario “Sortilegio de azares”, otorgado por Ediciones Embalaje – Museo Rayo, en Roldanillo, Valle.
Además participó en la Expedición por la Cultura Colombiana, en 1995, y también desde esa fecha asistió al Encuentro de Mujeres Poetas en Roldanillo. En sus últimos años enfocó sus esfuerzos en el proyecto Carnavalenguas, con el que promovió la no violencia contra las mujeres desde una apuesta musical y literaria.
Entre los libros que escribió se cuentan Indicio Inquietante (1993), Lluvia en la Memoria (2003) y Des Hojada Palabra (2006) Antes de su muerte logró finalizar una obra que permanece inédita y que podría ser presentada en junio del presente año durante el Encuentro de Mujeres Poetas en Roldanillo.
Así lo reveló su entrañable amiga, Teresa Aristizábal Sánchez, coordinadora de la Ruta Pacífica de las Mujeres, quien por más de 30 años recorrió senderos de ensueño junto a Piedad, “construyendo proyectos y soñando con cambiar el planeta.”
Ella considera que la muerte de su amiga fue intempestiva y los sorprendió a todos, porque Piedad llevaba varios años desafiando una enfermedad cardiovascular que le había causado otros dos infartos.
Para Silvia esa resistencia tal vez fue prueba de "la vitalidad que le impuso a todos los actos de su vida en la lucha por los derechos humanos de las mujeres y por la construcción de un país y una ciudad con modelos de desarrollo equitativo."
Muchos recordarán a Piedad como una luchadora incansable, una líder generosa y una amiga invaluable que abrió su corazón a todas las mujeres. Otros como Sergio Alejandro, seguirán pensando en ella como un hada “porque con sus chistes y su amplia sonrisa irradiaba alegría, dándole un toque mágico a todos los momentos que se compartían con ella.”
Piedad Morales falleció en la madrugada del 23 de abril de 2012 en la ciudad de Medellín, Colombia.
Fuentes de Documentación
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