
INDOLENCIA
¡No me digáis que sigo siendo
una pobre mujer
equivocada!
Lo sé.
y sé más cosas todavía.
Sé que he soñado tanto
que convertí en inútiles
las más puras verdades;
sé que inventé yo misma
los más altos obstáculos;
sé que la vida era otra cosa,
¡y entonces ya lo sabía!
Pero una nace a veces así, torpe
y desmesuradamente triste,
y todo cuanto toca
se le va convirtiendo en cenizas.
Porque yo tuve dieciséis años
y aspiré a ser como un dios en la tierra.
Aspiré a dignificar a los hombres,
a enorgullecerme de mí misma.
Pero, ¡ya pasó!
Todo cuanto vosotros podáis echarme en cara,
hace mucho que yo me lo vengo repitiendo.
Extranjera en el mundo,
he contemplado la dicha de los otros
con una desesperada indiferencia.
Pero ya nada importa nada.
Aquí sigo en mi puesto,
con mi adolescente actitud de ávido hastío,
con mi lamentable corazón de muchacha
apasionadamente muerto.
¿Qué más da sentirse desdichada
si apenas queda tiempo de llorarse?
Es tarde para rectificar toda una vida
y, además,
ya lo sabéis,
soy indolente...
Susana March- España
¡No me digáis que sigo siendo
una pobre mujer
equivocada!
Lo sé.
y sé más cosas todavía.
Sé que he soñado tanto
que convertí en inútiles
las más puras verdades;
sé que inventé yo misma
los más altos obstáculos;
sé que la vida era otra cosa,
¡y entonces ya lo sabía!
Pero una nace a veces así, torpe
y desmesuradamente triste,
y todo cuanto toca
se le va convirtiendo en cenizas.
Porque yo tuve dieciséis años
y aspiré a ser como un dios en la tierra.
Aspiré a dignificar a los hombres,
a enorgullecerme de mí misma.
Pero, ¡ya pasó!
Todo cuanto vosotros podáis echarme en cara,
hace mucho que yo me lo vengo repitiendo.
Extranjera en el mundo,
he contemplado la dicha de los otros
con una desesperada indiferencia.
Pero ya nada importa nada.
Aquí sigo en mi puesto,
con mi adolescente actitud de ávido hastío,
con mi lamentable corazón de muchacha
apasionadamente muerto.
¿Qué más da sentirse desdichada
si apenas queda tiempo de llorarse?
Es tarde para rectificar toda una vida
y, además,
ya lo sabéis,
soy indolente...
Susana March- España
_______________________
Poeta española nacida en Alcalá el 28 de enero de 1918.
Desde muy pequeña se inició en la poesía y al cumplir los 14 años publicó su primer libro . En 1946 lanzó su libro «Ardiente voz» que la consagró definitivamente como una de las grandes poetisas de España. Casi toda su obra es un canto al íntimo objeto del deseo y una sentida invitación al hombre para que cumpla su función
de varón; sin embargo, en una de sus obras, «Esta mujer que soy», emplea un aguda crítica a la burguesía contemporánea.
Entre sus libros de poesía se destacan «Rutas»1938, «La pasión desvelada» 1946, «El viento» 1951, «La tristeza» 1953, «Los poemas del hijo» 1970 y «Poemas de la Plaza Real» 1987. Falleció en 1991.
Vídeo de este poema. Voz y realización: Luisa Pastor (Auralaria)
Fuentes de Documentación
4 comentarios:
Grande este poema, entregado, valiente, austero y lleno de belleza.
Un abrazo
Sí, es un poema profundo y muy bello.
Abrazos
Un gran poema, sin duda, celebro este hermoso blog. Mi abrazo de luz
Gracias, Antonietta, es un placer verte por aquí.
Un abrazo grande
Ana
Publicar un comentario