domingo, 10 de julio de 2011

¿QUO VADIS?




¿Quo Vadis?

Sola, en el ancho páramo del mundo,
Sola con mi dolor,
En su confín, con estupor profundo
Miro alzarse un celeste resplandor:

Es El! Aparición deslumbradora
De blanca y dulce faz,
Que avanza, con la diestra protectora
En actitud de bendición y paz.

Inclino ante El mi rostro dolorido
Temblando de ternura y de temor,
Y exclamo con acento conmovido:
- A donde vas, Señor?

- La Roma en que tus mártires supieron
En horribles suplicios perecer
Es hoy lo que Los césares quisieron:
Emporio de elegancia y de placer.

Allí está Pedro. El pescador que un día
Predicó la pobreza y la humildad,
Cubierto de lujosa pedrería
Ostenta su poder y majestad.

Feroz imitador de Los paganos,
El Santo Inquisidor

Ha quemado en tu nombre a sus hermanos…
Adónde vas, Señor?

Allá en tus templos donde el culto impera
Oué hay en el fondo? O lucro o vanidad.
Cuán pocos son los que con fe sincera
Te adoran en espíritu y verdad!

El mundo con tu sangre redimido,
Veinte siglos después de tu pasión,
Es hay más infeliz, más pervertido,
Más pagano que en el tiempo de Nerón.

Ante el altar de la Deidad impura,
Huérfana de ideal, la juventud
Contra el amor del alma se conjure
Proclamando el placer como virtud.

Las antiguas barbaries que subsisten,
Sólo cambian de nombre con la edad;
La esclavitud y aun el tormento existen
Y es mentira grosera la igualdad.

Siempre en la lucha oprimidos y opresores!
De un lado, la fortuna y el poder,
Del otro, la miseria y sus horrores;
Y todo iniquidad… Hoy como ayer.

Hoy como ayer, Los pueblos de la tierra
Se arman para el asalto y la traición,
Y alza triunfante el monstruo de la guerra
Su bandera de espanto y confusión.

Ciega, fatal, la humanidad se abisma
En Los antros del vicio y del error.
Y duda, horrorizada de sí misma…
Adónde vas, Señor?


Adela Zamudio- Bolivia



***


Adela Zamudio (Cochabamba, 11 de octubre de 1854 - 2 de junio de 1928) fue una escritora y poetisa boliviana.


Adela Zamudio, que fue otra de las grandes mujeres de América, ella de Bolivia que se adelantó a su época, protestando por la discriminación de que era objeto la mujer.

Inicios

En el siglo pasado (1854) nació en el valle de Cochabamba, bañado por sauces llorones e impregnado por el perfume de las flores que se extienden por doquier, una extraordinaria mujer: Adela Zamudio. Se educó bajo normas de la moral y corrección de la época. Aprendió a leer y a escribir en la escuela católica de San Alberto, solamente hasta el tercer curso de primaria, porque en esos tiempos era la máxima educación que se le ofrecía a la mujer. Pero ella se cultivó con la lectura. Su ansia de conocimientos la hacía acudir a los hombres relevantes de la ciudad en busca de libros y fuentes de cultura provenientes de España, y del mundo entero.

Juventud

Cuando el Partido Liberal sube al Gobierno a fines del siglo pasado, Adela tiene la oportunidad de ser profesora en la misma escuela donde se educó. Posteriormente (1905), fue directora de la Escuela Fiscal de Señoritas de las ciudad de Cochabamba. Desde ese pedestal vaciaba sus ideas en la juventud y se dedicó con verdadero entusiasmo a la educación de la mujer.
Todas las conquistas que ha alcanzado la mujer en estos tiempos, bullían ya en su alma. Protestaba enérgicamente del plano secundario y el desprecio en que le mujer se encontraba. En su poema “Nacer Hombre” dice:
Una mujer superior En elecciones no vota, Y vota el pillo peor; (Permitidme que me asombre) Con sólo saber firmar Puede votar un idiota, Porque es hombre.
La sociedad conservadora de la ciudad del Tunari, atribuyó el sentido de sus estrofas a alguna decepción amorosa, ya que su vida se convirtió en un solterío largo y penoso. Su seudónimo “Soledad” era el que más correspondía al desierto en que se debatía sus pensamientos. ¿Cómo hablar de matrimonio civil, de una profesión para la “parindera del hogar”, de reformas y de “Liberación Femenina”, en un ambiente estrecho, plagado de beatas y de prejuicios sociales? Pero ella desafió a esta sociedad que no comprendió sus ideas revolucionarias en favor de su sexo.

Obra

Su primer libro de versos se titula: “Ensayos Poéticos”, contiene poesías de gran belleza. Es una poetisa neo-romántica . Sus estrofas, siempre profundas en su contenido, llevan el mensaje de la reforma a favor de la mujer y de la clase necesitada.
También cultivó con talento y gusto artístico la prosa. Publicó varias novelas como: “Intimas”, en la segunda parte de ella habla de la psicología femenina. “La Inundación”, “Noche de Fiesta” y otras.
Entre sus cuentos: “La reunión de Ayer”, “El Velo de la Purísima”, “El Diamante”, etc.
Reniega de la guerra, como si la batalla fuera el peor de los crímenes y un terrible desacierto. Hoy desde su tumba oye ese clamor por la paz que el mundo lanza y que tiene por respuesta el silbido de cohetes. En su poema ¿Quo Vadis? expresa:
“Hoy como ayer, los pueblos de la tierra se arman para el asalto y la traición, y alza triunfante el monstruo de la guerra su bandera de espanto y confusión”.

A pesar de haber nacido en cuna de encajes y brocados, la igualdad entre los hombres era uno de sus temas favoritos, y así se dirige al mundo en su mismo ¿Quo Vadis?
¡Siempre en la lucha oprimidos y opresores! De un lado, la fortuna y el poder, Del otro, la miseria y sus horrores; Y todo iniquidad. . . hoy como ayer.
Debido a sus ideas liberales, el grupo social de su ciudad natal, a la que ella pertenecía, la aisló, pero supo sufrir en silencio la indiferencia de amistades y parientes. Fue entonces que le dedica versos a la tristeza:
¿Dime, por qué es el tedio, la tristeza Que devoro en silencio a todas horas? ................................................
Ah, si al menos, jamás interrumpida, Me dejaran vivir reconcentrada. En mi dulce tristeza sumergida Nada quisiera, ni aspiro a nada: Porque esta mi interior melancolía Es más grata y mejor que la alegría.
Como todos los poetas le cantó a la muerte. La espera como a la nada inevitablemente que sigue a la vida cuando dice:
“Pero morir no es detener la marcha, sólo es dejar el terrenal ropaje; hundirse en los espacios invisibles seguir, seguir el misterioso viaje”.

Podemos decir con justicia que esta escritora boliviana ha sido una de las más grandes de América, pero lamentablemente no ha alcanzado la fama de Gabriela Mistral, ni de Juana de Ibarbourou, por la desventaja de haber nacido en una ciudad pequeña donde sus ideas revolucionarias a favor de la mujer, chocaron con el muro de una sociedad cerrada. Se la puede considerar, indiscutiblemente, como precursora de las reformas feministas, que ha alcanzado la mujer en los últimos tiempos, por ser la primera que, literalmente, lanzó ese grito justiciero.
Allá por el año 1926, el presidente de Bolivia, Hernando Siles, le pone la Corona como a una gran pensadora y eximia poetisa de Bolivia y América. Esa Corona fue el máximo triunfo sobre el beaterio de su pueblo.
Murió consciente dejando su epitafio, que se lee en su tumba en el cementerio de Cochabamba: “Vuelvo a morar en ignorancia estrella libre ya del suplicio de la vida, allá os espero; hasta seguir mi huella lloradme ausente pero no perdida”.
El 28 de mayo de 1925 el Gobierno de Bolivia en la persona del Presidente Hernando Siles, coronó en Cochabamba a Adela Zamudio, quien había cumplido 70 años de edad, reconociéndola como la más elevada exponente de la cultura en Bolivia.


Fuentes de documentación

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