jueves, 14 de julio de 2011

DESOLACIÓN




DESOLACIÓN

Ese sonar de aldabas me levantó del sueño,
sobresaltó mi corazón dormido.
Cuánto ruido trajiste a esta casa:
Qué músicas extrañas,
qué silencios no oídos.
Todos los corredores se poblaron de ti
y olvidaron de golpe su soledad de siglos.
Un aroma de mar invadió las alcobas
y a un día tembloroso se abrieron sus postigos.
Ese sonar de aldabas sobresaltó mi noche,
rompió candados y rompió cerrojos.
No podía saber que cuando el aire
barriera el polvo en todos los rincones
y de olor a manzanas se llenara la huerta,
te marcharías sin sonar de aldabas,
dejando tus silencios
..................................y las puertas abiertas.


Piedad Bonnett- Colombia


Fuentes de Documentación

1 comentario:

Inés María Díaz dijo...

Precioso poema, ha sido un placer entrar y leerte. Un abrazo.
Inés


No podía saber que cuando el aire
barriera el polvo en todos los rincones
y de olor a manzanas se llenara la huerta,
te marcharías sin sonar de aldabas,
dejando tus silencios
..................................y las puertas abiertas.